martes, 17 de marzo de 2015



FRENTE AL FANATISMO RELIGIOSO
¿SE DEBERÍA LIMITAR LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN CUANDO ÉSTA SE REFIERA A CREENCIAS RELIGIOSAS?



Durante estas últimas décadas hemos luchado por la libertad de expresión, para tener la posibilidad de expresarnos libremente sin que nadie nos reprima ni nos impida expresar nuestros pensamientos; pero, ahora podemos ver que eso, por lo que tanto hemos luchado y que tanto hemos defendido, puede tener grandes inconvenientes.






Una de las razones más importantes que nos hacen cuestionar la necesidad de la  libertad de expresión es el fanatismo religioso. A esta actitud le debemos la mayor parte de conflictos bélicos, holocaustos, asesinatos y actos terroristas que se han llevado a cabo a lo largo de la historia.

En primer lugar, aclararemos este concepto. El fanatismo supone la lealtad incondicional e irracional a una causa, lo que puede llevar fácilmente a actos violentos. Un fanático religioso sólo acepta como válidas sus propias creencias, discriminando, castigando y negando la existencia a las personas que piensan de forma distinta.




Este tipo de fanatismo no es el único que causa controversias, pero se han llevado a cabo actos terribles debido a él, por lo que se merece un momento de reflexión. Se ha ido acrecentando a lo largo de los años debido a muchos factores, como por ejemplo, la tecnología.


El fanatismo es a la superstición lo que el delirio es a la fiebre, lo que la rabia es a la cólera. El que tiene éxtasis, visiones, el que toma los sueños por realidades y sus imaginaciones por profecías es un fanático novicio de grandes esperanzas; podrá pronto llegar a matar por el amor de dios.

 Voltaire 

El fanatismo aparece donde un genio se rodea con un manojo entero de idiotas.

Paul Carvel
                                                                                                                                  
Con o sin religión siempre habrá buena gente haciendo cosas buenas y mala gente haciendo cosas malas. Pero para que la buena gente haga cosas malas hace falta la religión.  

Steven Weinberg

                                                                                                                           
A lo largo de la historia hemos sido testigos de numerosos sucesos que se deben a esta ciega pasión, los cuales no habrían ocurrido si hubiese un margen de libertad de expresión. A continuación veremos unos ejemplos:

  • La quema de la Biblioteca de Alejandría que llevó a la humanidad a vivir 1000 años de oscuridad.
  • Un gran ejemplo que todos deberíamos conocer es la Inquisición española, fundada por los Reyes Católicos en el siglo XV. Como consecuencia de esta barbarie murieron cientos de personas a manos de la Iglesia católica simplemente por no estar de acuerdo con su ideología.
  • El actual atentado en París contra la editorial Charlie Hebdo a mano Al-Qaeda por haber ridiculizado a una figura religiosa. El 11S fueron también una serie de atentados terroristas suicidas llevados a cabo por esta red yihadista.
  • La destrucción de las antiguas ciudades de Nimrud, Hastra y Dur Sharrukin por los yihadistas, los cuales dijeron que el profeta les ordenó deshacerse de las estatuas y las reliquias


                                 https://www.youtube.com/watch?v=NllJ7YQTRMQ

Conocidos algunos ejemplos, teóricamente entendemos mejor el concepto, ahora abordaremos la segunda parte relacionada con la libertad de expresión.
Siempre debemos tener en cuenta, que existiendo la libertad de expresión, siempre habrá alguna expresión que nos desagrade o incomode. Pero según mi opinión ese no es el problema, yo veo la cuestión en cuándo la expresión simplemente resulta desagradable y cuándo pasa los limites de lo legal.

En la Constitución española se le dedica un artículo: 

1. Se reconocen y protegen los derechos:
a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.

b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.
c) A la libertad de cátedra.

d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.
2. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.

3. La ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación social dependientes del Estado o de cualquier ente público y garantizará el acceso a dichos medios de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad y de las diversas lenguas de España.

4. Estas libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en este Título, en los preceptos de las leyes que lo desarrollen y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia.

5. Sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud de resolución judicial.


La libertad de expresión no significa decir lo que quieras, sino no ser perseguido por expresar determinadas ideas. Es un derecho, una conquista que ciertas personas insisten en destruir, somos humanos y esto implica que siempre habrá algún grupo que impida la felicidad del resto. 

El fanatismo religioso causa terribles problemas, suprime cualquier tipo de tolerancia. En mi opinión no debe hacernos cuestionar la libertad de expresión, porque los asesinatos, la destrucción de importantes símbolos históricos o los actos terroristas pasan el límite de lo legal, por lo que se separa de todo aquello que pueda tener que ver con la libertad de expresión.

Además, no debemos confundir entre una persona religiosa tolerante, que posee determinadas creencias, pero que a su vez respeta las de los demás, con un fanático religioso que rechaza a todo aquel con un pensamiento diferente. 

Finalmente creo que la libertad de expresión nunca se debería limitar, antes de pensarlo si quiera habría que centrarse en buscar otras soluciones.